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MUEBLES Y HERENCIAS

MUEBLES Y HERENCIAS

MUEBLES Y HERENCIAS

Un post de Alberto R. Fuertes

 

A pesar de lo que sugiere el título, esto no va de cómo pleitear por la cómoda de nogal del abuelo. Más bien vamos a reflexionar sobre qué es y qué significa la cómoda de nogal del abuelo.

Entre la inmediatez  y la rapidez en la que vivimos no reparamos en que la satisfacción de la necesidad de disponer de muebles en nuestras viviendas y espacios de trabajo es algo que va más allá de la adquisición de un objeto con la funcionalidad deseada. Hay muebles  que cumplen perfectamente con esa funcionalidad y además tienen un gran valor sentimental, porque pertenecían a tus padres o a tus abuelos.

Coincide, además, en muchos casos, que esas piezas son de buenas maderas y telas, bien ensambladas, bien trabajadas, piezas ejecutadas por buenos artesanos que no solo han resistido estupendamente el paso del tiempo sino que han ganado en belleza, solidez y valor con los años.

Y sobre todo,  les tenemos cariño. Y de ahí surge la reflexión. La cómoda de nogal del abuelo nos hace pensar en él y despierta en nosotros un hermoso recuerdo con solo mirarla, con solo acariciar la antigua y suave superficie encerada de la vieja cómoda de nogal. ¿Seremos capaces de generar ese mismo feliz sentimiento en nuestros hijos? ¿En nuestros nietos?

Al adquirir muebles o artículos de decoración no debemos, o como mínimo, no siempre debemos ser cortoplacistas, pensar solamente en el uso inmediato o en el precio de la pieza que necesitamos. 

Deberíamos pensar también que ese mueble, si  está bien diseñado, si lo ha hecho con buenos materiales un buen artesano, será un objeto que puede acompañarnos perfectamente a lo largo del tiempo, en nuestras casas y mudanzas , en nuestros triunfos y fracasos, en definitiva, formar parte de nuestra vida…ser nuestra vida.

Invertir en muebles  es un gozo para ti que los usas y los vives y, por supuesto, son piezas que podrán heredar tus descendientes. Si es un mueble de calidad, con el tiempo se irá revalorizando. Tendrá ese halo que rodea a las cosas buenas  y bonitas, que perduran a lo largo de los años y siempre gustan.

Y, lo más importante, será un recuerdo de que has vivido, de que te has preocupado por dejar huella. Un recuerdo para tus hijos, y tus nietos. Una parte de ti que quedará siempre con los tuyos.

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